jueves, 18 de agosto de 2016

De Caracas a Washington: La hazaña de Petit y Carmona, vencedores de distancias

El 30 de junio de 1937 se inauguraba el primer Jamboree Nacional en Washington, D.C. Acudieron unos 26 mil scouts, 400 de los cuales venían de otras países.

La sensación del evento fueron los Jóvenes Venezolanos Rafael Angel Petit y Juan Carmona. Tan relevante fue su presencia, que el presidente estadounidense Franklyn D. Roosevelt, también presidente Honorario de los Scouts de su país, los recibió personalmente. … y no era para menos, Petit y Carmona fueron los únicos de los presentes quienes hicieron a pie la travesía para llegar al evento desde su país de origen.

 La idea de atravesar todo el continente Americano, de Sur a Norte, parece habérsele ocurrido originalmente a Petit. Ya en 1933, junto a otros tres Scouts Zulianos, caminó desde Maracaibo, cruzó el lago en una nave para continuar a pie desde el puerto de Encontrados hasta Caracas. Recorrieron 1.500 kilómetros con el objetivo de extender el escultismo desde el Zulia, al resto del país. En Diciembre de 1934, Petit participó en los Primeros Juegos Olímpicos Nacionales ganando la carrera de 800 metros y quedando segundo en la de 1.500 metros. Una postal circulada en el país donde aparecía cargando la copa, junto a Jaime Roll y Juan Carmona, da prueba de esto.


La mañana del 11 de Enero de 1935 salieron Petit, Roll y Carmona hacia Cúcuta, desde la Plaza Bolívar de Caracas. Jaime Roll fue designado “Jefe de la Expedición”. Problemas y animosidades entre los tres jóvenes hicieron desistir a Roll, quien una vez llega a Bogotá, decide regresar a Venezuela. Carmona continúa hacia el norte, separándose del grupo. En vista de estos percances, la organización Scout del Zulia le solicita a Petit regresar a Venezuela. Desde Medellín envía a su familia una nota desacatando tal sugerencia y continúa hacia el Norte para reencontrase con Carmona. Luego de múltiples peripecias y de andar perdido en el Chocó Colombiano, atravesar el Darién y la Cordillera de San Blas llegó a la ciudad panameña de Colón, reencontrándose con Carmona en el hospital del lugar. Una vez recuperados, afianzaron su compromiso: “¡Llegaremos a Washington, o moriremos con gusto!”

Cruzaron Costa Rica, luego Nicaragua, siendo allí atendidos por el propio presidente del país, Juan Sacasa. Entran a Honduras, donde las autoridades de varias de las poblaciones visitadas les hicieron pasar malos ratos debido a la posibilidad de una revuelta para intentar derrocar al recién elegido presidente Tiburcio Carías. Cruzan El Salvador, donde fueron muy bien tratados en todas las poblaciones visitadas. Entran a Guatemala por San Cristóbal para ir a México entrando por Chiapas. Van a Ciudad de México y desde allí a Nuevo Laredo, pasando a los EEUU. Una vez en este país, cuyas carreteras estaban asfaltadas, construyen una “carrucha” para poder transportar con cierta comodidad las pertenencias que iban acumulando. Los recibe en Austin el gobernador de Texas. Desde allí se dirigen a Washington, recorriendo el resto de los estados de la Unión que los separaba de la capital.



En ciertas poblaciones visitadas desde su salida de Caracas, los jóvenes fueron atendidos por algunas tropas scouts que encontraron a su paso. De igual manera, autoridades locales y autoridades venezolanas apostadas en algunos de los países visitados, prestaron cierto apoyo cuando fue posible. La tropa a la que pertenecían los jóvenes en Maracaibo recolectó algún dinero que fueron enviando estratégicamente a algunas de las ciudades a visitar. Sin embargo los muchachos no tenían un patrocinio formalmente definido, ni mayor apoyo logístico.

El 16 Junio de 1937 llegan a la capital estadounidense convirtiéndose así en la atracción del Jamboree. La asociación de Scouts de Venezuela le encomienda a Rafael Petit, que represente a Venezuela, como jefe de su Delegación. La admiración que despertaron los jóvenes caminantes fue tanta, que la Panamerican Airways, los llevo a visitar diversas ciudades Norteamericanas, para luego pasearlos por Cuba, Puerto Rico, Haití, República Dominicana, Trinidad y finalmente llevarlos hasta Maiquetía el 29 de Julio de 1937. Homenajes diversos se le rindieron a estos insignes caminantes, ejemplo de voluntad y coraje. El 7 de Agosto serían recibidos en Maracaibo. De allí en adelante comenzaría la leyenda.

Rafael Angel Petit se casaría en 1938, eventualmente ocuparía cargos como instructor y director de deportes para la Creole Petroleum Corporation. Fallecería prematuramente a los 51 años luego de finalizar una conferencia sobre su extraordinaria hazaña. Lo sobrevivieron su esposa y dos hijos. Petit había estado preparando un libro relatando las peripecias de tan extraordinaria aventura. Desafortunadamente ese manuscrito fue hurtado o extraviado por alguien, entristeciendo a Petit notablemente y privándonos de conocer, de la pluma del propio protagonista, los detalles de tan fenomenal aventura.
Juan Carmona, realizó otras proezas en las selvas de Guayana, partiendo eventualmente del país. Su último lugar de residencia conocido fue Chile.


Gracias a la acuciosidad, interés y empeño de Antonio Álvarez Valera, podemos leer hoy sobre “La Extraordinaria Hazaña de Petit y Carmona”. Igualmente, la Escuela de Cine Documental de Caracas bajo la dirección de Elyades Sayalero Rojas ha preparado el excelente documental “Petit y Carmona – A pie de Caracas a Washington” donde se recrea la travesía. Igualmente, el grupo de gaitas “El Gran Enlosao” ha compuesto en homenaje a los insignes caminantes una gaita para esta Navidad 2010.”

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