La sensación del evento fueron los Jóvenes Venezolanos Rafael Angel Petit y Juan Carmona. Tan relevante fue su presencia, que el presidente estadounidense Franklyn D. Roosevelt, también presidente Honorario de los Scouts de su país, los recibió personalmente. … y no era para menos, Petit y Carmona fueron los únicos de los presentes quienes hicieron a pie la travesía para llegar al evento desde su país de origen.
La idea de atravesar todo el continente Americano, de Sur a Norte, parece habérsele ocurrido originalmente a Petit. Ya en 1933, junto a otros tres Scouts Zulianos, caminó desde Maracaibo, cruzó el lago en una nave para continuar a pie desde el puerto de Encontrados hasta Caracas. Recorrieron 1.500 kilómetros con el objetivo de extender el escultismo desde el Zulia, al resto del país. En Diciembre de 1934, Petit participó en los Primeros Juegos Olímpicos Nacionales ganando la carrera de 800 metros y quedando segundo en la de 1.500 metros. Una postal circulada en el país donde aparecía cargando la copa, junto a Jaime Roll y Juan Carmona, da prueba de esto.
En ciertas poblaciones visitadas desde su salida de Caracas, los jóvenes fueron atendidos por algunas tropas scouts que encontraron a su paso. De igual manera, autoridades locales y autoridades venezolanas apostadas en algunos de los países visitados, prestaron cierto apoyo cuando fue posible. La tropa a la que pertenecían los jóvenes en Maracaibo recolectó algún dinero que fueron enviando estratégicamente a algunas de las ciudades a visitar. Sin embargo los muchachos no tenían un patrocinio formalmente definido, ni mayor apoyo logístico.
Rafael Angel Petit se casaría en 1938, eventualmente ocuparía cargos como instructor y director de deportes para la Creole Petroleum Corporation. Fallecería prematuramente a los 51 años luego de finalizar una conferencia sobre su extraordinaria hazaña. Lo sobrevivieron su esposa y dos hijos. Petit había estado preparando un libro relatando las peripecias de tan extraordinaria aventura. Desafortunadamente ese manuscrito fue hurtado o extraviado por alguien, entristeciendo a Petit notablemente y privándonos de conocer, de la pluma del propio protagonista, los detalles de tan fenomenal aventura.
Juan Carmona, realizó otras proezas en las selvas de Guayana, partiendo eventualmente del país. Su último lugar de residencia conocido fue Chile.
Gracias a la acuciosidad, interés y empeño de Antonio Álvarez Valera, podemos leer hoy sobre “La Extraordinaria Hazaña de Petit y Carmona”. Igualmente, la Escuela de Cine Documental de Caracas bajo la dirección de Elyades Sayalero Rojas ha preparado el excelente documental “Petit y Carmona – A pie de Caracas a Washington” donde se recrea la travesía. Igualmente, el grupo de gaitas “El Gran Enlosao” ha compuesto en homenaje a los insignes caminantes una gaita para esta Navidad 2010.”
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