jueves, 18 de agosto de 2016

El Campo Escuela Paramacay y su historia

Buscando información en la red hemos encontrado un relato muy interesante y digno de redifundir en nuestra pagina. Se trata de una hermosa reseña escrita por el Scouter Carlos Rodríguez, con más de 50 años en el Movimiento, quien nos relata la historia con fotos de Nuestro Querido y Visitado Campo Escuela Paramacay, mira las fotos de hace varios años, y tomemos en cuenta que aún debemos valorar esta reliquia natural.
Las Asociaciones de Scouts tienen, en su mayoría, terrenos propios en donde realizan eventos diversos; principalmente (aunque no exclusivamente) para la formación de sus dirigentes. Estos lugares suelen llamarse, en castellano, Campos Escuela.

En Venezuela se recuerdan varios Campos Escuela, algunos regionales, otros nacionales y otros simplemente lugares privados prestados a la Asociación de Scouts para realizar allí cursos o campamentos.

El primer “Campo Escuela” fue la casa de la familia Machado en Los Chorros, Caracas. Esta era una casa de veraneo de la familia Machado y prestaron los jardines de la misma para realizar cursos a dirigentes y guías de patrulla. Esta casa se usó durante el año 1935.

En el año 1936, el Círculo Técnico de Escultismo obtuvo el permiso de uso de una cabaña en los alrededores de El Encanto, cerca de Los Teques, Estado Miranda. Era esta una cabaña con un pequeño lago aledaño y terreno suficiente para acampar un buen número de personas, fue cedida por El Gran Ferrocarril de Venezuela y se usó hasta 1941.

En el año 42 Armando Lozano Gómez, un dirigente de tropa, acampo en una hacienda que consideró ideal para fungir de Campo Escuela. Luego de intensas conversaciones con el dueño de la hacienda, se logró adquirir el primer Campo Escuela Nacional: El Campo Escuela “El Humo”. Este Campo Escuela quedaba en lo que ahora es la zona urbana de Carrizales, en el Estado Miranda.

El Campo Escuela “El Humo” inició sus actividades el 19 de marzo de 1944. El dueño de la hacienda murió antes de formalizar la venta del terreno y el Campo Escuela se perdería por problemas legales en la discusión de la sucesión, además de que la zona tenía un gran crecimiento urbano.

Luego de perder “El Humo” la Asociación de Scouts de Venezuela buscó terrenos en varias partes del país, sin conseguir nada adecuado. Luego de algún tiempo se consiguió en comodato un terreno de la Electricidad de Caracas. El terreno quedaba mas arriba del actual Campo Escuela Curupao (de la Asociación de Guías Scouts de Venezuela). Este terreno resulto muy inestable y tuvo varios deslizamientos de tierra que, a pesar del apoyo de la Electricidad de Caracas, decretaron la imposibilidad de usarlo. Este Campo Escuela también llevó el nombre de El Humo.

Es importante recordar aquí el primer Campo Escuela regional, el Campo Escuela “Catamare”. El Campo Escuela Catamare pertenecía a la entidad Distrito Federal y quedaba a un kilómetro de Catia La Mar, en el entonces Departamento Vargas del Distrito Federal. Ese terreno, cedido en uso por la municipalidad (en 1946), se usó algunos años.

Entre otros Campos Escuela regionales se recuerda al Campo Escuela Dinizulú, en el Estado Zulia y el Campo Escuela Potrerito, en el Estado Táchira.

Luego de “El Humo”, la Asociación de Scouts de Venezuela se abocó a la búsqueda de un terreno propio que cubriera los requisitos para fungir como Campo Escuela; entre los dirigentes responsables de buscar un terreno adecuado recordamos a Adolfo Aristeguieta, el Teniente Alberto Cabré Córdoba y Gabor Gaszo; esa búsqueda cristalizó en el Campo Escuela Paramacay.

A principios de los años sesenta se adquirió un terreno en la zona llamada “Barrialito”, en los Altos Mirandinos. Este terreno ocupaba gran parte de una hoya aledaña a la carretera panamericana (a la altura del Km. 19 de dicha carretera) y con fácil acceso.

Luego de adquirido se procedió a hacer los trabajos de movimiento de tierras (terraceo) y construcción de los inmuebles necesarios para su uso.

El Scouter Gustavo Vollmer puso a la disposición de la Asociación la maquinaria de sus empresas; es justo recordar que varios dirigentes operaron la maquinaria para colaborar con las terrazas del Campo Escuela.

Los terrenos de Paramacay estaban cubiertos, principalmente, de vegetación baja: arbustos, helechos, gramíneas y maleza en general, amén de algunas plantas de café que quedaron de la finca original. En pocos años, y con la labor de muchos Scouts, se sembró gran cantidad de árboles y se creó un bello bosque.

El Campo Escuela fue beneficiado con algunas donaciones, entre las que se recuerda la Casa Machado, donada por la familia Machado y edificación principal de Campo Escuela; también el asta de banderas, donada por la Marina de Guerra.

Importancia histórica tiene la inauguración, en el año 1964, del Campo Escuela, de la que se reproduce a continuación una nota del boletín “El Scouter”:


“Inaugurado Campo Escuela Paramacay”

“Con motivo de la visita de la Viuda del Fundador de los Scouts en el Mundo se adelantaron los trabajos para culminar el Campo Escuela Paramacay, de modo de poder ser inaugurado por la Sra. Olave Baden-Powell.

A las 12.00 m. del día 23 de febrero de fue declarado inaugurado el Campo Escuela, al acto asistieron: Los Consejos Nacionales de la Asociación de Guías de Venezuela, y de la Asociación de Scouts de Venezuela, Su Excelencia Monseñor Luigi Dadaglio, Nuncio Apostólico de Su Santidad, el Presidente de la Cámara de Diputados, Dr. Cesar Rondón Lovera, Dr. Manuel Certad, representante personal del Ministro de Justicia, Dr. Ezequiel Monsalve C., Dr. Gustavo H. Machado, Ex – Presidente del Consejo Venezolano del Niño, quien recibió de manos de la Jefe Guía Mundial un Diploma en reconocimiento a su labor, Lady Rusk, Embajadora de la Gran Bretaña.

También estuvieron presentes distinguidos miembros de las Fuerzas Armadas, de las Representaciones Diplomáticas acreditadas en el País, del Clero Venezolano, etc.”

En la inauguración del Campo Escuela tuvo especial importancia la presencia de Lady Baden-Powell, quien realizo el acto oficial de inauguración al clavar el hacha, también plantó un Araguaney al lado del molde de la huella del Fundador.

Innumerables dirigentes y jóvenes han acampado en el Campo Escuela e innumerables son las anécdotas que recuerdan momentos vividos en él. Es imposible no recordar las frías noches de Paramacay, las fogatas en el Campo de Fogatas, las charlas en la Casa Machado o en el Cubil de Manada, el agua fría de las duchas por la mañana, el trabajo arduo en la intendencia o los servicios prestados al Campo Escuela por tantos Scouts.

En el Campo Escuela Paramacay se ha realizado gran cantidad de eventos de diversa naturaleza: cursos internacionales para capacitadores, cursos de adiestramiento para dirigentes Scouts, cursos para jóvenes, campamentos de Barras Blancas (incluyendo el Primer Encuentro Nacional de Barras Blancas), encuentros Gilwell, seminarios de programa y de capacitadores, campamentos de grupos Scouts, campamentos regionales, bodas, etc.

Dirigentes de varios países han acampado en Paramacay y lo recuerdan con cariño. Paramacay fue objeto de reconocimiento por parte de otro Campo Escuela, el Campo Escuela Meztitla de los Scouts de México.


Los baños del Campo de Manadas y el primer Cubil en los primeros tiempos del Campo Escuela.

Cobertizo en el Campo de Tropa, para ser usados por las patrullas acampadas.

El Campo de Fogatas.

El Rancho de Secretaría.

“El rincón del Pomarroso”, excelente lugar para sesiones de adiestramiento.

El Cubil

La intendencia

Fachada de la Casa Machado.

La entrada al Campo Escuela, cerca de 1990.

Rancho de Los Venados

El asta de banderas con las banderas de Venezuela, de la Asociación de Scouts de Venezuela y del Campo Escuela.

La cartelera en Campo de Banderas.

Certificado para el uso de la insignia del campo Escuela Paramacay.

Pañoleta del Campo Escuela Paramacay.

Insignia del curso internacional de Adiestradores realizado en el campo Escuela en 1965.

Placa donada por los Scouts de México.



Fuente:fogatascout.com

5 comentarios:

  1. Gracias, ojala entendamos la importancia de este para nuestra institución, excelente resumen S.L.P.S.

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  2. Fotografías que traen muchos buenos recuerdos. En mis 53 años como Scout, he visitado y acampado en Paramacay muchas veces. entre esos recuerdos el año 1.973, el I Encuentro Nacional de Barras Blancas y mis Cursos Preliminar en Comisionado en 1.975, Preliminar en Clan en 1.977, Vivencial III en Jefe de Grupo y Comisionado (IM) en 1.986, IM en Adultos, entre otros cursos y actividades que allí se realizaban.

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  3. Maravilloso!, con su permiso ( y respetando los créditos de su autoría ) me lo llevo a mi blog, fueron incontables mis vivencias en Paramacay, desde que era un Lobato hasta cursante de Clan, pasando por los varios años en que como Rover formaba parte del (por así decirlo) Clan residente (y equipo de apoyo constante en los cursos), pues Yuli era nuestro Scouter y nuestro sitio de reunión era el Campoescuela.

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  4. Muy buena crónica Carlos, en lo personal conocí a Paramacay en 1964 cuando asistí como lobato a mi primera salida al aire libre recuerdo que la subida entre la Panamericana en la entrada de las Lomas de Urquiola hasta el Campo Escuela me pareció una excursión sumamente ardua, recuerdo que cuando llegamos en el Campo de Manada y en el Campo de Banderas estaban prendidos un sistema de aspersores para regar la grama que duraron muchos años activos donde nos divertimos mucho mojandonos y refrescandonos. De ahí en adelante cuando fui scout y rover viví grandes experiencias en nuestro querido Campo Escuela, tuve campamentos, excursiones, me totemizarón como León Tranquilo, hice mi Punta de Flecha en Plata, fuí al II CAMPLAS, dormi en las Moradas Frías, tuve infinitas noches rover, fogatas y ceremonias, prestamos servicios, incluso nos grabaron en TV para salir en los 5 minutos de la ASV que presentaban en un celebre programa con los muy jóvenes Orlando Urdaneta, Guillermo Gonzales y Rebeca Gonzales llamado Robert y Akela en RCTV. Luego, en otra ocasión el Loco Ávalos nos grabo cocinando para el show al mediodía en RCTV, eso fue en el Campo Rover. después de tantas aventuras y experiencias gratas como muchacho en abril de 1974,10 años después de mi primera vez, volví ahora como un muy joven dirigente (18 años)a tomar mi Curso IM en Tropa de 10 días con "excursión de Primera clase" incluida. Comenzó otra larguísima fase de más de 20 años asistiendo a no se cuantos cursos de adiestramiento como adiestrador, a no se cuantos básicos, técnicos, preliminares e IM de no se cuantas generaciones , a mi TTT nacional en carnavales de 1977, a reuniones del Grupo Gilwell, del Equipo Nacional de Adiestramiento, de la Comisión Nacional de Tropa, a Encuentros Nacionales de dirigentes, como Jefe de Campo del II Encuentro Nacional de Barras Blancas en 1978 preparándonos para el CANAPAS de 1980, a Seminarios Nacionales e internacionales, cuantas maravillosa fogatas en el Campo respectivo, cuantas reuniones de evaluación hasta las 2 o 3 de la madrugada, cuantas programaciones, cuantas planificaciones, cuanta alegría desbordante y entrega absoluta a las vivencias como muchacho, como dirigente de unidad, en Paramacay promese a mi patrulla barra blanca de la Tropa B de La Salle de Tienda Honda, segunda Tropa nueva en un grupo que tenía 50 años ya haciendo escultismo caraqueño de los mejores; en Paramacay me enamoré más de una vez, canté como nunca, reí como siempre y hasta llore más de una vez, en Paramacay interactue con scouts que fue un honor conocer, tales como Salvador Fernandez, Gustavo Vollmer, Luis Esteban Palacios, Federico Diaz Legorburu por citar a los más ostensibles pero también interactue como un gran privilegio con una Eulalia Vila Planes, un Pedro Aso, un Klaus Jaffe o un Luigi Luongo. Eso sin poder dejar de mencionar a un Bernardo Aguilera o un Luis Esparza Bracho, Jefes Scouts de los que fui su Comisionado Nacional Scout. Más cercanos generacionalmente tuve de iguales a gente tan maravillosa como los hermanos Miranda, Marcel Jhoseph, Licio Picolli entre tantos inolvidables scouts de siempre. Sin contar mis fraternos Oswaldo y Cruz Albero, Carlos, Sergio, Roberto, Jorge, Eduardo, Nicolas, Bhetina, Esteban, después vinieron los Fernando, Alejandro, Jesus, mis 32 scouts, mis hijos, de la Tropa B de Tienda Honda con cada uno de ustedes algo viví en Paramacay y con muchos, muchos más, perdonenme los que no nombre, por ejemplo un Ricardo Caputto, un German Gonzales, un Antonio Gutierrez o un Fernando Aguilera, perdonen no nombrarlos a todos pero siguen en mis vivencias y a todos ustedes los tengo en el Campo Escuela de mi corazón que al igual que el que queda en los Altos Mirandinos también se llama Paramacay...

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