La relación que mantenemos con los
demás, independientemente de su naturaleza, va a verse determinada por
la forma en la que nos comuniquemos. Una comunicación eficaz es comprender el punto de vista del otro y hacer entender el mío;
discrepar o enriquecer nuestras miras, nuestras formas de ver el mundo.
Una buena comunicación es tan importante que repercute directamente en
nuestra autoestima y en el afecto de los demás.